Están muuy sosos los últimos capítulos, pero I`m sorry, casi no tengo inspiración, de modo que entiendo que no me comentéis.
-Que coincidencia. –Exclamó mientras se interponía
entre Harry y yo, separándome de él. –Sinceramente, ya hace un rato que me he
dado cuenta de que estabas en la misma cabina que yo, pero decidí hacerme la
tonta. –Rió estúpidamente. Me mordí el labio para no descontrolarme.
-¿Y vienes cuando estamos a punto de bajar? –Harry
sonrió, y un doloroso sentimiento de celos me recorrió entera. Le miré con
desesperación, pero pareció que él estaba concentrado en observar a Anne. –Y
dime, ¿qué quieres?
-Pues… -Cruzó las piernas lentamente. Mala señal, muy
mala señal. -Hará varias semanas que llevo intentando preguntártelo, pero no
encontré la situación. –Sonrió. –Tal vez alguna tarde… o noche estés libre para
hacer una cena, como en los viejos tiempos.
-¿Viejos tiempos? –Se me escapó, cerrando la boca a
Harry quien estaba a punto de hablar. Este, al acabar de sentenciar yo, pareció
adoptar una cara de incomodidad.
-Sí. –Anne ladeó su cabeza hacía mí, mirándome con
desdén. –Hace un año, quizá dos, Harry y yo teníamos como un rollete. –Soltó
una risita tonta y penetrante. -¿No se lo contaste, Harry?
-No… no me acordaba de ello. –Su sonrisa había
desaparecido.
-Me lo pasaba muy bien… eran buenos tiempos, tal vez
los mejores que he vivido… nunca me sentí tan cómoda con un chico. –Dijo con
melancolía. Mi pecho ardió de rabia.
-Que extraño… -Susurré. –No te acordarás de todos,
¿no? Has estado con tantos…
-Al contrario que tu, por lo que veo. –Me dijo con
tono de burla. Estuve apunto de recurrir a los insultos, pero la voz de Harry
hizo inmutarme.
-Ya está bien. –Mascullo Harry sacándose de sus
casillas. –Sí, puede que fuera una buena época.
Mi pecho ardió de rabia.
Separé mis ojos de aquellos dos mientras observaba con atención como nuestra
cabina llegaba a tierra. Oí algunos susurros más de Anne a mi lado, que sin
duda y por lo que deduje de su tono dulce y agradable, no iban dirigidos a mí.
Me había negado en rotundos a escuchar más y que aquellos confusos celos me
siguieran atormentando, pero no cesaron.
Cuando por fin nos dieron
paso para bajar, me apresuré para seguir a Danny. Antes de que llegara a él,
alguien me agarró por el brazo. Me giré pensando que sería mi hermanastro, pero
mis ojos volvieron a encontrarse con aquellos azules que tanta curiosidad de
daban.
-¿Por qué te has comportado así antes? –Me susurró
Harry, soltándome del brazo y llevándome un poco más lejos de los demás. Vi
como Anne pasó por delante nuestra mientras me dedicaba una mirada con desdén.
-No me cae bien. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará.
–Objeté sin mirarle.
-Pensaba que estabas celosa… -Murmuró con una pizca
de gracia. Alcé la mirada y le miré perpleja. ¿Tanto se había notado?
-¿Por qué tendría que estarlo? –Dije rápidamente,
empezando a ponerme nerviosa. Intenté disimularlo evitando el contacto de
miradas.
-Por nada. –Pronunció de forma mohína. Noté como
clavaba durante varios segundos su mirada en mi, tan penetrante que llegaba a
tentarme a mirarme, pero resistí. –Me parece que… voy un poco con Danny.
No, quédate.
Pensé, pero allí se quedó: en mi pensamiento.
Lo vi alejarse lentamente,
como si el tiempo se hubiera ralentizado. Observé su cuerpo, el cual
curiosamente me llamaba la atención, incluso, podía decir que tenía atracción.
Pero, ¿por qué sentía todo aquello? Los celos, la atracción, las mariposas…
todo lo que me había ocurrido con Dougie, pero de una forma enormemente
desconsiderada.
Cabizbajé, cuestionándome
montones de cosa. Tal vez una parte de mí deseaba a Harry; volverle a besar, a
sentirle, y sobre todo a manifestarle lo que sentía por él, pero mi oportunidad
ya había pasado, y según desde mi punto de vista, Anne Grint deseaba tentar al
batería. Se estaba insinuando, y según los rumores que me habían llegado sobre
ella, siempre había conseguido al chico que se propusiera, y Harry no iba a ser
una excepción.
-¿Te encuentras bien? –Susurró una voz aguda y tibia
en mi oído. Alcé la cabeza y me encontré con la inmadura cara de Dougie. Sonreí
al verle. Por fin lo veía como Mr.Lizard, uno de mis mejores amigos.
-Sí, sí, solo estaba… reflexionando. –Susurré de
forma indiferente.
-Estás enamorada. –Dijo sin preámbulos Doug, haciendo
que me atragantara con mi propia saliva y empezara a toser. –Lo sabía.
-¿Por qué dices eso?
-Estás ausente. Tienes la misma cara de pensativa que
he visto en un montón de gente. –Carcajeó, mientras me aferraba por el hombro.
Hacemos un pacto, ¿de acuerdo? Yo te ayudo si tu me ayudas.
-¿Estás enamorado? –Pregunté con el ceño fruncido.
-Sí, sí Mr.Weird. Ya que somos mejores amigos, ¿nos
ayudaremos?
-Claro que si. –Le dí un rápido abrazo, y luego le
aferré por la cintura. -¿Quién es?
-No sé seguro si estoy enamorado. –Se mordió el
labio. –Me llama la atención, no puedo parar de mirarla. Cuando la tengo cerca,
quiero besarla, sentirla…
-…decirle lo que sientes. Contactar vuestras miradas,
y quedarte así durante siglos. ¿no?
-¿Quién es? –Preguntó rápidamente, mientras me
sonreía.
-Le conoces.
-La conoces. –Habló por su parte.- Y la verdad, creo
saber quien es.
-¿Quién?
-Un buen amigo mio, que cada vez que le miras o estas
cerca de él tu colorete aumenta. Al igual que yo, no paras de observarle y
pareces buscarle para estar cerca de él. Es del grupo. –Fruncí el ceño,
nerviosa y con el miedo de que lo adivinara. -¿Es batería de McFLY
-Por favor, no se lo digas a nadie. –Supliqué casi en
un sollozo, mirando a mi alrededor. Nadie parecía habernos oído. –Se llega a
enterar…
-No te preocupes. Para sentirte más segura, te
desvelo que, según creo y siento, estoy enamorado… de Holly.
0 comentarios:
Publicar un comentario