Me mantuve sin respirar unos pocos segundos, muerta de nervios mientras se formaba un doloroso nudo en mi estómago. Respiré lo más despacio e inaudible que pude, sin atrever siquiera a maldecir a Brooke. Me extrañé que los latidos de mi corazón no lograran escucharse en todo aquel silencio.
-Bueno parejita, -habló mi amiga a la otra parte, donde pude diferenciar la risa de su voz. –volveré en una hora, y si no queréis meteros en un aprieto, no hagáis mucho ruido. –Noté el doble sentido de la frase, mientras cerraba con fuerza los ojos.
Nada más terminó de hablar, se escucharon sin dificultades de sus pasos delatando su abandono. Me percaté que aún estaba de espaldas a Dougie, en medio de la oscuridad y apoyada sobre su pecho. No me atrevía ni a mover un dedo siquiera, presa de la vergüenza.
-¿Weird? –Su voz se quebró durante el camino, delatando también a sus nervios.
-Hola Lizard. –Susurré con un hilo de voz, pero que se escuchó a la perfección debido al gran silencio que nos rodeaba.
-¿Tú sabias que Brooke iba a hacer esto?
-Ni siquiera me lo comentó.
-¿Puedes hacerme un favor? –No contesté. Mis nervios me impedían siquiera contestar ni moverme, y una inseguridad se apoderó de mí esperando que prosiguiera. -¿Puedes darte la vuelta? –Siseó mientras se le escapaba una suave carcajada.
Imité su carcajada, llena de vergüenza y ridículo. ¡Qué estúpida había parecido! A pesar de que estábamos en medio de la oscuridad y apenas hablando, ambos seguíamos notando que estábamos de espaldas.
A pesar de mis nervios y petrificación, logré darme la vuelta lentamente, haciendo que mi agitada respiración chocara contra su pecho y me la devolviera. Un poco más arriba, notaba el aire que expulsaba de sus pulmones golpear contra mi frente. Deduje por su forma de respirar, que estaba tranquilo. Pero, ¿cómo demonios lo lograba estar? De pronto, todo aquel manojo de ideas se disperso de mi mente cuando noté su mano rozar mi mentón con delicadeza, el cual fue ascendiendo, repasando mis labios, nariz e incluso como se puso a detallar la silueta de mis cejas y ojos. Los cerré con presión, intentando disminuir los nervios, pero de poco sirvió.
-No hagas fuerza. –Me susurró contra mi oído.
Le obedecí. Los dejé muertos, y no tardé en volver a notar sus dedos y piel rozando mis párpados. A pesar de que era un matojo de nervios en aquel momento y las piernas y brazos me temblaban como nunca, no había llegado a despertarse ninguna de las mariposillas que solían dormir en mi estómago.
-¿Te conozco? –Volvió ha hablar, mientras notaba sus labios moverse en mi frente.
-Sí.
-Brooke debería de haber pensando que con tanta oscuridad es algo imposible llegar a vernos.
-Casi mejor así. –Susurré en un tono de voz que ni siquiera yo era capaz de oír. –No te voy a gus…
-¿Tienes algún móvil? –Me interrumpió.
-Yo, em.. sí, si que tengo. –Balbuceé mientras mis nervios regresaban.
-Sácalo, por favor. Ilumina un poco la estancia, lo suficiente para ver tu rostro.
-De acuerdo, pero de verdad que te llevarás un disgusto en cuanto descubras quien soy..
-Weird, cállate. No te puedo asegurar cual será mi reacción, pero sé que no me defraudarás. –Dijo mientras su voz de acercaba cada vez más. Se aproximaba hacía mí.
No pude llegar a contestar, aunque ni lo hubiera hecho. Nada más acabó de hablar, noté que alguna mano suya me aferró suavemente por la barbilla, obligándome a levantar mi rostro hacía arriba. No veía absolutamente nada, tan solo oscuridad, pero ya me preparé para cerrar los ojos. Su respiración fue acercándose cada vez más a mi rostro mientras se me formaba un nudo en la garganta.
-A.. antes de que vea quien eres, quiero probar una cosa. –Susurró justo a unos pequeños centímetros, o quizá milímetros de mi cara.
De nuevo, no me molesté en contestarle. Tan pronto como terminó de hablar, noté como nuestras narices se chocaban, seguido de unas risas de parte de ambos. Luego, tras un eterno silencio de dudas, por fin, volví a notar sus labios sobre los míos.
Esperé a que mi estómago despertara, pero en ningún momento llegué a notar las mariposas que despertaron en el baile. En ningún momento.
Fue aumentando la intensidad, y no tardé en notar un pequeño frenesí de su parte. Yo, al contrario, arrugué el ceño. Aquello no estaba resultando tan maravilloso como lo creía, y no había magia a mi alrededor. Todo lo contrario; quería que parara ya.
Y busqué la forma más disimulada de hacerlo. Coloqué sobre su pecho mis manos que se habían mantenido aferradas a su espalda y le separé muy lentamente. Cuando por fin separó sus labios de los míos y logré recuperar el aire que me faltaba, un gran confort me cautivó. No sabía por que, pero Lizard ya no era el príncipe azul que había soñado siempre.
-Tú.. tú móvil. –Balbuceó, entrecortándose con las palabras.
Tenía miedo, nervios, cualquier sentimiento que lograba paralizarme, pero luché contra mi fuerza de voluntad y lo saqué de mi bolsillo. Lo mantuve unos segundos aferrado con mis manos, mientras dudaba en como sería su reacción. Fuera como fuese, tenía el presentimiento de que no me iba a satisfacer.
Volví la pantalla hacía abajo, señalando al suelo y lo desbloqueé. Pronto se iluminaron sus desgastadas vans y mis converse.
-Me gustan tus zapatillas. –Susurró contra mi pelo, y a pesar de la oscuridad, noté su sonrisa.
Mis manos pronto se vieron aferradas por las suyas. Me las acarició varios segundos, hasta que me despojó de mi móvil. Tardó varios segundos en reaccionar, pero logró girar el móvil, haciendo que un gran destello de luz me hiriera los ojos y me hiciera entrecerrarlos.
Pude notar como su cabeza también estaba cabizbaja. Dudé muerta de nervios en levantarla, pero en cuanto noté su movimiento, le seguí. Tan pronto como mis ojos castaños-verdes encontraron los suyos azules, el móvil se cayó de sus manos.
Primera mala impresión, seguida de que su respiración empezaba a agitarse. Mis ojos se humedecieron, cerrándolos con presión y pidiendo a la tierra que me tragase. Todo estaba empezando fatal.
-Tú… e.. eres Eve. –Espetó con un tono asustado, o quizá disgustado o sorprendido.
Noté como se separó todos aquellos centímetros que él había formado, y dejando de lado todo mi disgusto, tristeza, agonía y pesadumbre, sentí ira, ira incondicional hacía él.
WAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!! DIOS SANTO!!! al fin lizard sabe quien es weird!!! a ver que pasara ahora!! muero de la intriga!!
ResponderEliminarajajajaja muchas gracias por tus comentarios, me alegran :3 !
EliminarSE PASARIA DE...NO SÉ, POCO HOMBRE, MALDITO Y DESGRACIADO SI LUEGO NO LE HABLA A EVE, ÉL QUIZO CONOCERLA, ÉL LA MOLESTÓ TANTO PARA QUE SE ENCONTRARAN, QUE AHRORA NO SE QUEJE... HUM!! JAJAJAJA AYYY...TENGO NERVIOSSSSSSSSSSSSS AHORAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
ResponderEliminar