¿Qué opinas sobre este fic?

domingo, 29 de julio de 2012

106. Te equivocas




Mi corazón parecía estar a punto de explotar, un cosquilleo en los pies me hacía correr el peligro de parecer imbécil ante cualquier movimiento que hiciera. Pero justo cuando caía en un mundo de nubes, feliz, una tormenta iluminó mi mente.
      Le acaba de ser infiel, fue lo primero que pensé. Se me encogió el corazón de pena. Él estaba con Jessica, ya había abierto una brecha en su relación, y yo era la causante de esto. Intenté separarme, pero mis músculos no me respondían. Tras unos segundos que parecieron lentos y rápidos, noté como sus manos se separaban de mí. Mis ojos se abrieron lentamente, descubriendo los suyos: grandes, azules, y sobre todos, brillantes y húmedos.
      Con una zancada grande y unida con un suspiro exasperado, Harry creó distancias entre él y yo. Respiré, cogiendo aire, ruborizada, asustada y sintiendo un gran vacío en el interior. El miedo llegó a mi cuerpo, unido a la idea de que pasaría ahora.
      -Yo lo sabía –Dijo de repente, respirando entrecortadamente. Noté su supuesta tranquilidad, pero sus ojos estaban nerviosos como los míos -. Todos… todos me decían que no, que solamente era tú amigo. Pero el día del concierto, cuando apareciste con él, cogiéndote en brazos yo sabía que había algo de química entre vosotros.
      Pasó una mano sobre su pelo, deshaciendo su cresta y revolviéndolo todo. Su mirada se apartó de la mía, nerviosa y la posó sobre la ventana alta, alejada de nosotros. Nadie nos habría podido ver a través de ella, y con un poco de tranquilidad, suspiré aliviada. Nadie parecía haber visto aquel… beso.
      -¿Estabas celoso de Alex? –Pregunté de repente. Mi voz se quebró al pronunciar el nombre de mi amigo, y me arrepentí del falso beso minutos de antes.
      -Yo sabía que él era algo más que un amigo –No me contestó, pero sus ojos me observaron nerviosos -. Me sentía culpable por haberte… sustituido, supongo, durante tu ausencia por Jessica. ¡Pero tú también lo hiciste!
      Una lágrima se escapó de sus húmedos ojos, una sola lágrima que no pudo resistir más, pero fue suficiente para que en mis ojos comenzaran a formarse balsas desbordantes. Tenía un nudo en el estómago, como si el arrepentimiento me lo estrujara. Sabía que él se equivocaba, pero yo también lo había hecho.
      -Yo te sustituí por nadie –Dije en un hilo de voz.
      -¡Sí, si lo hiciste! –Un sollozo se escapó de su voz, pero respiró hondo y volvió ha hablar, adusto -. Pero supongo que es lo justo, ¿no? Ya no sientes nada por mí, intentaste decírmelo con tu silencio el otro día, en la universidad… -Sus ojos volvieron a encontrarme -. Lo respeto, lo sé. Pero.. ¡yo lo sabía!
      -¡Pues te equivocas!
      -No, Evelyn, lo entiendo –Intentó frotarse los ojos de forma disimulada, pero saltaba a la vista. Di un paso hacía él, titubeando, pero él simplemente se quedó impasible -.Yo… yo te quiero, y lo sabes. Siento lo del beso, no podía soportarlo… seis meses sin besarte, llevo todas estas semanas queriendo hacerlo, pero… no era justo para Jessica. Pero ahora no he podido controlarme… -Sus ojos volvieron a encontrarme -. Lo siento, habría tenido que respetar tú relación con Alex y tus sentimientos.
      -No tengo nada con Alex, ¡no siento nada por él! –Estallé. Esta vez fueron mis lágrimas las que se resbalaron -. Dios, ¡estaba observándote, y de repente besuqueas a Jessica! –Noté como apretaba sus labios. Tenía razón. -. Ni yo misma pude controlarme. ¡Contraataque, Harry, fue un contraataque! ¡Y Alex simplemente me ayudó porque él mismo sabe…! –Callé. ¿Tenía que decírselo? Pero, si lo hacía, ¿con qué palabras?
      -¿Sabe? –Dio un pequeño paso hacía mí.
      -Sa… sabe lo que sentía por ti y… -Sacudí mi cabeza, reventando en una explosión que no pude controlar al final -. ¡Joder Harry! ¡Yo también te quiero!
      Sus músculos se crisparon y noté la estupefacción en su rostro. Sus ojos parecieron tranquilizarse, al igual que su respiración, y su ceño se frunció levemente. Noté como él color de mi cara aumentó, noté la vergüenza y apenas mis músculos que se negaban a responderme.
      -¿Cómo? –Fue lo primero que gesticuló -. Pero tú… no me dijiste nada antes.
      -Por Jessica. ¡Estás con ella, la quieres! Yo no quería que lo vuestro terminase, yo solo quiero que sigas así… feliz.
      -¿Feliz? –Carcajeó -. En los últimos seis meses no lo he llegado a ser. Por Dios, Evelyn, por mucho que sienta hacía Jessica no supera lo que siento por ti –Sus pasos se aproximaron rápidamente, y me abrazó con firmeza, hundiéndome en su pecho con sus fuertes brazos enroscados en mi espalda -. Dios mío… ¿De verdad me quieres? –Asentí, aún ruborizada -. ¡Já! Esto… esto no es como me lo había imaginado.
      -Ni yo –Carcajeé. Noté su mano rozar mi mentón, y sin evitarlo levanté mi mirada hacía su cara, apenas unos centímetros de la mía. Evoqué antiguos momentos, medio año atrás. Quería repetirlo, pero tal como le parecía a Harry, no me parecía justo para ella -. Jessica…
      -No, ahora no la recuerdes –Dijo, analizándome con sus ojos azules. Mi corazón volvió a agitarse, loca por él, loca por todo lo pasado y loca por lo que quería que pasase -. Ya es bastante duro, difícil… déjame disfrutar de esta sensación.
      Asentí. No quería que se fuera, que me dejara de nuevo perdida en una tormenta. Quería que se acercase más, que me besara, que no se separase nunca… pero no podía ser. Noté su nariz rozando la mía, con un cosquilleo en todo mi rostro. Su frente contra la mía y sus labios cerca de los míos, muy cerca.
      -Yo no quiero ser una especie de… -No pude terminar. Resistirme a sus besos era doloroso.          
      -Amante –Asentimos a la vez -. De acuerdo -. Y sin más, volvió a abrazarme con tanta fuerza que incluso lo noté lejos, muy lejos, inalcanzable para mí.

0 comentarios:

Publicar un comentario